Sueño -- Amanecer -- Obsesión -- Imagen -- Reo -- Vacío -- Vuelve -- Conflicto interior -- Ausencia -- Noche

-- Agonía -- Plegaria -- Fantasías -- Ida -- fracaso -- Mutismo -- Sombras -- abismo -- contraste -- Grafitos

-- Fisuras -- Fantasma nocturno -- Lluvia -- Desfloración -- Ceniza de viento -- Ella -- Balada en pena --

Ansiedad -- Caminante -- Peregrino -- Vigilia -- Limbo -- Sombra -- Oda a la muerte -- Cotidianitud -- Cuando

apagaron las luces se acabó la orquesta y siguió silbando -- La noche del silencio -- La saga del silencio --

Conjeturas -- Llegaste con la noche del silencio -- Pluriforme -- Noche en pena -- Tinieblas -- Mito --

Simbiosis -- Fantasma -- Constelación -- Monólogo -- Asedio -- Penumbra -- Despertar -- Climax -- Silencio --

Júbilo -- Ensueño -- Barreras -- La noria del tiempo -- Espejos -- Trompito de arena -- Despertar -- Pretérito

-- Espejo de La noche -- Amanecer -- retorno -- otra vida -- sociedad -- Ironía -- sui generis -- Remembranza

-- Inolvidable.

El lector desprevenido puede encontrar en este libro un aire distinto que a veces ronda en los límites de la

ternura o en el desequilibrio, y es que en La carga de la nostalgia, donde se incluyen otros dos poemarios

Ceniza de viento y La noche del silencio, hay profundas situaciones que cotidianamente nos consumen: el amor

frustrado, clandestino e imposible, que deja un hálito de esperanza para continuar en la lucha por subsistir;

la violencia, que no es solo la que nos rodea, sino también la que se generaliza en el mundo interior del

hombre; el erotismo, donde hay momentos de estados especiales; también hay cantos de preocupación que

aparentan una atmósfera desquiciada. En realidad, son momentos de sosiego y reflexión, de donde proviene el

análisis paciente y progresivo de cada uno de los temas tratados, lo que le da un ritmo distinto a cada verso

y por consiguiente a cada poema.