El barón rampante, una novela en la que no falta la aventura y el amor; la inolvidable historia de un niñode doce años que un mediodía de junio de 1767 se encaramó a un árbol para ya no volver a pisar la tierra. Es la historia de un muchacho rebelde que ejerció a su manera el derecho a la discrepancia, y fue capaz de llevarlo hasta sus últimas consecuencias aprendiendo a canalizar esa rebeldía. En pleno siglo XVIII, Cosimo, de doce años y heredero de la baronía de Rondó, harto de los castigos y la incomprensión de su padre, no solamente se niega a comer los inmundos caracoles que prepara su hermana mayor para la comida, sino que decide abandonar a su familia para vivir en los árboles. .....Solamente recordando que se trata del siglo XVIII podemos imaginar que esto sea posible: en la actualidad un moderno Cosimo tendría que resignarse a sobrevivir de cable en cable, y su supervivencia dependería de la habilidad para trepar postes, detectar cables de alta tensión, así como evadir las demandas de las empresas de televisión por paga. .....La historia es narrada por su hermano pequeño, cronista de sus aventuras, testigo de la tenacidad de su hermano para no bajar de los árboles nunca más y dejar sorprendida y consternada a su familia, que no creía en su palabra. Al igual que los frutos de los árboles en que vive, este moderno Tarzán va madurando poco a poco a lo largo de la historia enla que se vuelve amo y señor de los bosques. A pesar de la ruptura familiar, Cosimo permanece completamente integrado en su sociedad, su comunidad gradualmente va aceptando las excentricidades del joven barón, que igual organiza a la gente para apagar incendios que para evitar una invasión pirata. El ingenio de este personaje hace posible que logre llevar una vida de lo más normal, con la notable diferencia de que todo lo hace sobre los árboles. A ritmo de duelos de espadas en las copas de los árboles se escribe esta historia de la Italia desde mediados del siglo XVIII, donde Cosimo incluso tiene un encuentro con Napoleón Bonaparte. Cuando tenía doce años, Cosimo Piovasco, barón de Rondó, en un gesto de rebelión contra la tiranía familiar,se encaramó a una encina del jardín de la casa paterna. Ese mismo día, el 15 de junio de 1767, encontró a la hija de los marqueses de Ondarivia y le anunció su propósito de no bajar nunca de los árboles.Desde entonces y hasta el final de su vida, Cosimo permanece fiel a una disciplina que él mismo se ha impuesto. La acción fantástica transcurre en las postrimerías del siglo XVIII y en los albores del XIX. Cosimo participa tanto en la revolución francesa como en las invasiones napoleónicas, pero sin abandonar nunca esa distancia necesaria que le permite estar dentro y fuera de las cosas al mismo tiempo. En esta espléndida obra, Calvino se enfrenta con el que, según él mismo declaró, es su verdadero tema narrativo: Una persona se fija voluntariamente una difícil regla y la sigue hasta sus últimas consecuencias, ya que sin ella no sería él mismo ni para sí ni para otros. Un extraordinario relato, donde fantasía y realidad histórica se aúnan para crear una alegoría capaz de ejemplificar los momentos esenciales de la vida humana.

Il Barone rampante