RIVERA, JOSE EUSTASIO

Tierra de promisión José Eustasio Rivera - 80 paginas.

Introducción: El hombre que fue río -- Prólogo: Soy un grávido río -- Primera parte: Esta noche el paisaje -- Un guadual que rumora -- Cerca del ancho río -- La selva de anchas cúpulas -- Cuando ya su piragua -- Amorosa y fecunda -- Por saciar los ardores En la tórrida playa -- La resaca se extiende -- Pescadora de estrellas -- Bajo el sol incendiario -- Entre el eco iracundo -- Persiguiendo el perfume -- Soy un hijo del monte -- Sordo vuelo de abejas -- Sobre el musgo reseco -- Un crepúsculo inmenso -- Embozado en la sombra -- Segunda parte: Perfilando sus moles -- En un bloque saliente -- Mágicas luces -- Entre las rampas -- Bajo nevadas moles -- Embravecida -- Alta roca -- Destacada en un cielo -- Cantadora sencilla -- En la estrellada noche -- Tercera parte: De pie sobre la cúpula -- Corneando -- Atropellados -- Cuando apagan los vientos -- Lóbrego en alta noche -- El potro semental -- Revestido -- Dando toques de alarma -- Con pausados vaivenes -- El toro padre -- Viajera -- Hay una brisa -- La gentil calentana -- El sordo escarabajo -- Dejando en la resaca -- La casa -- Escueto y solo -- Hay un agua salobre -- Vibradora cigarra -- Tornando -- Sintiendo -- Bajo los gualandayes -- Grabando -- Sereno de humildad -- Mientras las palmas tiemblan -- Cubre el silencio --

José Eustasio Rivera (1888-1928) ha pasado a la historia como uno de los grandes novelistas de América Latina,, pero su vibrante obra poética, que se resume casi toda en este libro, publicado por primera vez en 1921, resulta casi desconocida. En Tierra de Promisión, no obstante, se concentran muchos de los temas y obsesiones, fantasías y paisajes, metáforas y caracteres que después serían desarrollados en esa gran novela de la selva que lleva el título de La Vorágine. Y en poemas de una vitalidad contagiosa, impregnados de música, color y movimiento, Rivera supo mantenerse fiel a lo que él, al igual que Arturo Cova, el personaje central de su novela, más valoraba de sí mismo: su condición de poeta, es decir, su indoblegable vocación de ser río. En sus propias palabras,, un río nostálgico que canturrea por la voz del oleaje las canciones de la selva de donde vengo, de la entraña selvática donde nací. (...) Sí, eso soy yo: un poco poeta, un grávido río.

8489209553


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